Capítulo 1: Nuevas amistades.

Continué mirando hacia delante, sin hacer caso a lo que pasaba a mi al rededor.

“

• Espera, espera, espera, ¿hoy qué es?

• 1 de septiembre ¿por qué?

Abrí mucho los ojos

• ¡Hoy es unooooo! ¡Lá, lá, lá! ¡Hoy es unoooo! -Comencé a hacer el tonto por la habitación, el en cambio se rió.

• ¿Qué se celebra?
• ¡Mikeeeeeeeeeeeeeeeeel!

Y me lancé a su espalda riendo.

• ¡Abril! ¿Qué te has fumao'?
• Nada, nada ¿por quéééé?
• ¡Por que yo también lo quiero! -Reí a carcajada limpia y me encaramé con fuerza a su espalda, para no caerme.
• ¡Es que hoy sale el expreso!
• ¿Expreso, que expreso? - Preguntó el intentando hacerme caer.
• ¡Hey! ¡Que se está muy bien aquí! - Rodeé con mis brazos su pecho - ¡ Y hoy sale el expreso a Hogwarts!
• ¿Hogwarts? ¡No nos han llegado las cartas, tonta!
• ¡Shhhhhhhh! ¡Se perdieron en el correo! Ahora... ¡Corre como el viento!
• ¿Sabes un problema?
• ¿Cúal?
• ¡Que no soy tu caballo!

Se rió y me tiró a la cama con el, seguí riendo.

• Y como no soy un caballo...

Se abalanzó sobre mi y comenzó a hacerme cosquillas.

• ¡No, cosquillas, no! ¡Por favor! ¡Para, hago lo que sea! - Dije entre risas.
• ¿Lo que sea? - Replicó levantando una ceja- Pues...
• ¡Eres mas tonto … ! Nunca hay que bajar la guardia conmigo.

Reí y me puse sobre el, vengándome de lo de antes.

Poco después, cansados ambos, nos quedamos dormidos.”

Suspiré y pensé en el.

Hoy hacía un mes de la última vez que lo había visto, ¡como lo echaba de menos!

También echaba de menos a Kate, que al acabar el verano se fue con Àlex a EEUU, a seguir con sus estudios, y como a el le ofrecieron allí no se qué...

Habían pasado cerca de cuatro meses desde el hospital, aquel recuerdo me acosaba a veces: tenía pesadillas en las que Mikel no despertaba o al despertar no me recordaba.

Yo, había engordado consideradamente.

La película había salido a la perfección, y yo me había echo “famosa” por ser su novia y haber salido en la película.

Desde entonces se le acumuló el trabajo y le dieron otra peli, el no quería, por no dejarme, pero lo obligué, no iba a dejar que se quedara sin trabajo por mi culpa.

El rodaje era en Madrid, aun que hablábamos a diario, la distancia siempre era dañina.

Era agotador, y ahora mas que es cada vez mas famoso.

Si el no fuera famoso la cosa sería completamente distinta.

A veces odiaba ser “La Novia De Mikel Iglesias”

Había tres chicas Mikeleras en mi clase.

Una se llamaba Laura y otra Teresa, creía recordar, ninguna de las dos me caían lo que se dice bien.

Pero había una tercera cuyo nombre no me venía a la cabeza, pero parecía simpática, aunque yo siempre había tenido la manía de aislarme, si buscara una amiga, querría que fuera ella.

• ¡Abril Lloret! ¿Puede bajar usted de una vez al mundo real?

No me había dado cuenta de que estaba el profesor mirando me, me sonrojé enseguida.

• ¡Ahora, si me está escuchando, salga a la pizarra a hacer el ejercicio que acabo de decir!

Asentí ligeramente y aparte la silla, cogí el cuaderno ¿qué hacía ahora?

Me dirigí a la pizarra y por el camino la chica con aspecto simpático me susurró:

• Es el ejercicio diecinueve.
• 'Gracias' -Vocalicé para que me entendiera.

Otras veces ser la novia de Mikel Iglesias no estaban nada mal.

***

Tocó el timbre que anunciaba libertad.

¡Por fin las vacaciones navideñas!

Justo cuando salí de la clase, ya a por los pasillos para ir a la puerta de salida me choqué con alguien, haciendo que algunas hojas sueltas de mi archivador cayeran al suelo mientras que los libros de la persona que había frente a mi cayeron con un gran estrépito.

• Lo siento... -Dijimos ambas a la vez.

Y las dos reímos a la vez.

• De verdad, soy una despistada. -Le sonreí, era la chica que me había ayudado esta mañana.
• Yo también.

Le di sus libros y ella me dio mis hojas.

• Y gracias por lo de esta mañana, me has salvado, de verdad.
• No es nada, soy Miriam.

Miriam... Había usado aquel nombre en el hospital.

Sacudí la cabeza y estreché su mano, que me ofrecía.

• Yo soy Abril, encantada.
• Igualmente -Miriam me sonrió y yo le devolví la sonrisa. - Oye, ¿puedo preguntarte una cosa?
• Yo lo has echo, pero bueno, claro que puedes. -Le dije mientras me recolocaba mejor el gorro de lana en la cabeza.
• ¿De verdad eres la novia de Mikel?
• Si, lo soy, pero no me pidas conocerlo, que no está en Barcelona.
• ¡Lo sé! -Dijo sonriente.- Bueno, se está yendo todo el mundo, ¿vamos?
• Claro.

Caminamos y empezamos a bajar las escaleras para salir a la calle.

• Oye, ¿donde vives?
• Pues vivo a unos cinco minutos, cerca de la Plaza Cataluña.
• ¿De verdad? Yo también. Va a ser que somos vecinas, ¿eh?
• Pues si -Respondió ella con una sonrisa radiante que parecía que no desaparecía nunca- Espera, espera, ese... ese.
• ¿Qué pasa? -La miré sin comprender su reacción.
• Mi-mira.

Me señaló la salida, donde había un chico con aires de esperar a alguien.

Sin poder creerlo, corrí hacia el, y lo rodeé con mis brazos, haciendo que el estuviera a punto de caer.

Me rodeó con sus brazos y yo levanté la vista hacía su cara.

• ¿Que haces aquí? ¡Por fin has vuelto!
• Tranquila, - dijo el – Te he echado de menos, tonta.
• Yo también, Mikel, creeme. Espera, un momento.

Entonces volví donde la chica se había quedado en su sitio y reí.

La empujé mientras ella me suplicara que la dejara en su sitio.

La dejé delante de Mikel y me puse frente a ella, eramos bajitas, de la misma altura, mas o menos.

• A ver, Mikel, esta es Miriam, Miriam, este es Mikel.
• Encantado -Dijo el tendiendo le la mano.
• Yo...
• Ais, tranquila, yo también lo conocí siendo como tú. No come.

Junté la mano de Miram con la de Mikel y comenzó a soltarse.

Caminamos juntos los tres, aunque yo no intervenía en la conversación para que ella contara lo que quisiera.

Hubo un momento en el que sin venir a cuento, Mikel me quitó el gorro de la cabeza.

• ¡Eh! ¿Que haces?
• No sé, pero el gorro es mío ahora – Dijo mientras lo levantaba en alto
• ¡Nooooo! ¡Es mi gorro favorito!

Intenté saltar, pero como siempre, igual de baja para superar los casi diez centímetros con los que me superaba.

Entonces, de detrás de el brazo de el chico vi como Miriam me hacía señas y asentí, en señal de que entendía el plan.

Vocalizó los números uno y dos y gritó:

• ¡TRES!

Las dos, a la vez nos lanzamos y tiramos de su brazo, mi gorro cayo en brazos de Miriam, que rió y me lo dio.

• ¡Sois muy tramposas!
• ¡Ah, tu mas! -Dije poniéndome el gorro en su sitio.
• Pues no me caéis bien ninguna de las dos.

Me reí y lo rodeé.

Cogí del brazo a Miriam y le guiñé el ojo.

• ¡Pues tu tampoco nos caes bien! -Dijo ella sacandole la lengua- Venga, Abril, vamos a mi casa.
• Vale, tengo hambre.

Nos separamos de el y nos alejamos hacia la Plaza.

Intentó seguirnos.

Corrimos juntas y nos escondimos detrás de un árbol.

Con la respiración agitada la miré y sonreí.

• A la de tres nos lanzamos a por el.
• Vale.
• Una...
• Dos...
• ¡Tres! -Dijimos a la vez.

Salimos del árbol y nos abalanzamos a su espalda.

Cuando nos separamos llevamos a Miram a casa y ya mas relajados.

Me cogió de la mano y seguimos caminando hacia casa.

• Mikel, ¿por qué no avisaste de que venías?

No me respondió.

Repetí la pregunta.

• Jo, si vienes a ignorarme, vuelve a irte, dije, poniéndome de espaldas a el.
• Lo hago a propósito. Echaba de menos tus locuras, pequeña.

Entonces, me rodeó la cintura y me giró.

Me besó y yo respondí con ganas a aquel beso que llevaba esperando un mes entero.

Al separarnos le miré a los ojos.

Sin poder evitarlo le esbocé una sonrisa, la que demostraba cuan enamorada de estaba de el.



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No entiendo por que no se ha publicado el día que tocaba(lo tenía programado y todo) pero bueno, os lo traigo con un día de retraso, sorry ):

He tenido unos problemas con la edición y tal (al pasarlo a blogger) y los dos primeros capítulos en vez de guiones tendrán los puntos raros que podréis comprobar, lo siento de veras, pero lo arreglaré cuanto antes.